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Quiero denunciar el abuso y la indefensión a la que me he sentido sometida

Quiero denunciar el abuso y la indefensión a la que me he sentido sometida frente a dicha empresa, y que ha supuesto una sustracción injustificada de 1200 euros de mi tarjeta de crédito, así como un considerable peligro al que me vi expuesta al circular con un vehículo defectuoso, y posteriores perjuicios derivados del incidente provocado al rentarme un vehículo defectuoso (embrague deteriorado) y cargar sobre mi cuenta los gastos derivados de dicho avería.
El vehículo presentaba un daño o defecto oculto, como es el fallo del embrague. Este daño oculto no es detectable en el momento de la recogida del vehículo, puesto que aparece ya con el vehículo en marcha y en trayecto, por lo que no es apreciable en la revisión inicial del vehículo. Lo que al principio consiste en una aparente falta de potencia del coche, puesta de manifiesto durante el trayecto desde el punto de recogida (aeropuerto de Málaga) hasta Calahonda, disimulada al ser un vehículo de modelo distinto al habitualmente conducido y disimulado al corresponder a una zona de carretera llana, comienza a ser más palpable la mañana siguiente al utilizar el coche para dirigirme a mi trabajo en Marbella. Ahí no es ya que el vehículo no tuviera potencia, sino que no traicionaba. En esos momentos, y dadas las circunstancias y posible peligro que genera una detención en una autovía especialmente delicada como la travesía de Calahonda a Marbella, continuo trayecto en precario hasta lugar que considero más seguro. Para que se haga una idea, a la altura del Hospital Costa del Sol el vehículo no pasaba de 40 km/h. Debido a esta situación, al llegar a lugar seguro para mi persona y la normal circulación, me vi obligada a llamar al servicio de asistencia indicado por la empresa, siendo el vehículo retirado por la misma. El aviso se dio a las 9.30 horas y el vehículo fue retirado sobre las 12 h aproximadamente.
Cual fue mi sorpresa al comprobar que la empresa había procedido a retirarme de mi tarjeta el importe de 1200 euros al día siguiente de los hechos mencionados, sin ningún tipo de aviso, notificación ni justificación. Sin indicarme los motivos de la avería (ojo puesto que se me acusa de negligencia), ni presupuestos, ni solicitar mi consentimiento ante el mismo, ni absolutamente nada de nada. Acusándome de una negligencia sin ningún tipo de prueba ni argumento, cuando la realidad es todo lo contrario, al rentar un vehículo con un embrague en mal estado y desgastándose progresivamente, imposible de identificar en la revisión inicial del vehículo y que se va manifestando progresivamente, hasta llegar a un punto en lo que te das cuenta que no es que el vehículo no tenga potencia, es que no tracciona, pisas acelerador, el motor da revoluciones y suena, pero no se transforma en tracción poniendo en riesgo mi propia seguridad y la de los vehículos que circulaban a mi alrededor. Sin ni siquiera dar opción a analizar si el daño pudiera estar cubierto por el seguro del vehículo. En definitiva, una situación de total abuso e indefensión ante una compañía que culpa de negligencias sin ningún tipo de pruebas ni consulta sobre lo acontecido conmigo, carga unas cantidades como 1200 euros totalmente fuera de mercado para similares averías, y en definitiva, que me ha causado un grave perjuicio económico y de ansiedad ante unas prácticas que sitúan al cliente en una situación de total indefensión y sintiéndome estafada por la nada despreciable canti-dad de 1200 euros.
Por lo tanto, he pedido la intervención y el arbitraje de la junta reclamando la devolución de las cantidades indebidamente cobradas de mi tarjeta, 1200 euros, y deseando que sirva también para evitar en un futuro, y a posibles futuras víctimas, comportamientos y prácticas como estas, que se dan día a día.